Nací en Toledo en 1965. Empecé en el mundo de la pintura de forma autodidacta hasta que me atrapó de tal forma que decidí recibir clases bajo la supervisión de mi maestro Francisco González y dedicarme por completo a esta pasión.
Encontré mi vocación en un momento de mi vida muy especial, en el que la necesidad de comunicar mis emociones y mis sentimientos era muy fuerte y me impulsó a dar el paso para conseguir la valentía suficiente como para dedicarme a algo que adoro como es la pintura.
Me considero una artista expresionista. Mi intención principal es transmitir mis sentimientos y mis emociones a través de mis obras y provocar el despertar de las emociones en el observador.
Cuando pinto, miro más allá de la imagen que voy a representar.
Para mí los colores son un elemento primordial en mi obra. Admiro a los impresionistas y me encanta su forma de utilizar la gama cromática. Me sirvo de los colores para tocar la sensibilidad del que observa mi obra.
Me gusta pintar imágenes y objetos de la realidad para darles después mi propia interpretación.
No busco la obra excesivamente trabajada porque quiero que el que observa mi obra termine de interpretarla, de pintarla bajo su personal observación. Mi pintura es espontánea.
Me gusta pasear observando como incide la luz en el campo, en los objetos, en las personas dando a los colores y a las formas un significado especial que después intento reflejar.